Ilusión

¿De quién son esas voces?

-No puedo ver nada, todo está muy oscuro.

-¿De quién son esas risas?

-¿Vienen del otro lado de la pared?

-Esta haciendo mucho frío…

-¿Dónde estoy?

-¿Qué hora es?

-Esas voces… no puedo entender lo que dicen, es confuso, no puedo ver nada.

-Esas voces… se oyen muy felices, ¿están riendo?

-¿A quiénes pertenecen?

-¿Por qué yo… no puedo ver nada?

-Mis ojos todavía no se acostumbran a la oscuridad, mis piernas me duelen… ¿Por qué no puedo ponerme de pie?

Me arrastro desesperadamente buscando un lugar donde apoyarme para poder levantarme, pero por más que me desplazaba, no logro encontrar nada…

-¿Dónde estoy?

-Necesito dirigirme hacia donde vienen las voces, pero se escuchan cada vez más distantes…

-¿Qué es eso?

-Una luz, si es una pequeña luz blanca…

A duras penas logré ponerme de pie, me tambaleaba, temblaba, estaba exhausta, pero esa luz era mi motivación, tenía que llegar a el, tenía que saber si era la salida de este lugar oscuro y tenebroso lugar.

Caminé y caminé, llorando, cada vez más me acercaba, pero parecía que con cada paso que daba, la luz se alejaba, pero las extrañas voces se escuchaban cada vez más fuertes.

-¡Despierta! ¡Despierta!

Esa voz se me hizo conocida, pero no lograba reconocerla, lo intente, pero nada.

Tropecé, me caí…

mmm...…mm...…ah!

Desperté temblando, cada vez hace más frío, la cabeza me duele, mi boca esta reseca, me siento desesperada…

-¡Ven!, ¡Ven!

-¿De quién son esas voces?

-¿Quién me llama?

-¿Dónde está la luz?

Miro a mí alrededor, desesperada, intentando ver la luz y buscando de donde salen las voces, pasaron varios minutos hasta que al fin pude ver la luz, corrí hacia ella, me tropecé miles de veces, pero siempre me levantaba y al fin pude llegar a ella.

La luz venía del techo, ¡de un hueco en el techo!

Mis esperanzas regresaron, así como las voces, venían de arriba, di un salto para ver si llegaba, pero estaba muy alto, sigo saltando.

-¡Auxilió!, ¡Auxilio!- empecé a gritar, pero parecía que nadie me escuchaba.

-¡Despierta!, ¡Despierta!

Esa voz de nuevo, ¿de quién es?

Cerré mis ojos, llorando…

Siento que alguien me mira…

Siento que hay alguien junto a mí, pero tengo tanto miedo de abrir los ojos y no ver a nadie…

-¡Despierta! ¡Ven! ¡Despierta! ¡Abre tus ojos!

Poco a poco los empecé a abrir, cuando los abrí por completo, lo que veo es… una mano!

¡Alguien me daba su mano!

Mire hacia arriba, pero la luz era tan intensa, que de inmediato quede encandilada, volteé la cabeza hacia abajo y…

-¡¿Qué esperas?!-

-¡Toma mi mano!-

Me gritaba esa voz.

Le tome la mano, el tomó la mía con sus dos manos y me subió con fuerza, y me abrazó, cerré mis ojos con fuerza, llore, él me dio un beso en la frente, seguí con mis ojos cerrados y me desmayé.

Desperté en un hospital, estaba sola, no había nadie en mi cuarto, y me preguntaba constantemente quién era el que me salvo.

La puerta se abrió…

Solo esperaba que fuera él pero… era el doctor.

-¡Hola!, vine a hacerte una revisión… me sorprende que hayas despertado…

Le pregunte al doctor quién me trajo al hospital, él me respondió que me trajo una ambulancia y que no había nadie acompañándome.

También me contó que sufrí un accidente, el bus en que yo iba choco contra un carro particular y con una motocicleta, hubo muchos heridos y muertos.

Pero, ¿y las voces que escuchaba?

¿De quienes eran?

Eso lo supe cuando salí de mi cuarto y pude ver a una enfermera pasar con un bebé, estaba en el área de emergencias y una madre acababa de dar a luz a su hijo y su padre reía y lloraba de felicidad

Pero me seguía preguntando quién era el que me decía que despertara, que fuera donde él…

Nunca lo supe, por que solo mis familiares y amigos cercanos me visitaban y ninguno tenía la voz parecida a la que escuche mientras estaba inconciente…